Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

«Ōoku: The Inner Chambers» (2023) o la historia matriarcal alternativa de Japón

En verano del 2023 se estrena el anime Ōoku: The Inner Chambers – o también conocido como Ōoku: Los Aposentos Privados; otra co-producción animada entre un estudio nipón y Netflix que se une a su catálogo de series originales como Pluto (2023), Junji Ito Maniac (2023), El Hundimiento de Japón: 2020 (2020) o Great Pretender (2020). El anime es una adaptación del manga homónimo de Fumi Yoshinaga, escritora e ilustradora de la historia original, editado en 19 volúmenes desde 2004 hasta 2020. Una mangaka reconocida por su aproximación al universo yaoi en sus argumentos y con una sensibilidad especial para retratar relaciones homosexuales masculinas y romances no-normativos más cercano a un público shōjo. Siendo muy querida por los lectores queer, su obra abarca mangas como Antique Bakery, Flower of Life o What Did You Eat Yesterday?, todos enmarcados dentro del estilo slice of life homosexual. Sin embargo, con The Inner Chambers, Yoshinaga propone un drama histórico en un Japón alternativo bastante alejado de su producción característica.

El argumento se ubica en el Japón feudal durante el periodo Edo a finales del siglo XVII donde el país se ve desolado por una ficticia y extraña enfermedad vírica que solamente afecta a los hombres jóvenes. El virus, llamado coloquialmente como “la viruela de la cara roja”, supone una verdadera crisis humanitaria en Japón en el que, a través de los años, ve reducida drásticamente su población masculina hasta llegar a ser un quinto de la población femenina. Así, se plantea un universo ucrónico donde las mujeres deben ocupar los puestos sociales, laborales y políticos de los hombres, quienes se convierten en “bienes preciados” para la sustentación del país. ¿Cómo sería una estructura sistémica liderada por mujeres y dónde apenas existen los hombres? ¿Cuáles son los roles asignados a cada uno para la supervivencia de la especie? ¿Cómo se adaptan las mujeres a este nuevo panorama? ¿Sería éste igualitario o discriminatorio? En definitiva, el contexto histórico de la obra de Yoshinaga plantea algunos supuestos de un nuevo modelo de sistema social y político en una clara e inevitable inversión de los roles de género, así como una revalorización de nuestra sociedad acercándose a cómo sería una posible sociedad matriarcal.

El distrito rojo de Edo es el epicentro de la prostitución masculina: la inversión de roles de género más evidente en esta ucronía histórica

Al tratarse de una ucronía, el planteamiento del contexto histórico de la serie está basado en eventos y personajes reales. De este modo, el argumento se centra en la vida en el castillo de Edo y en las diferentes medidas para adaptar la política del país a las nuevas circunstancias sociales. Más concretamente, en la vida de la que fue la residencia de la esposa del líder familiar y sus concubinas: el Ōoku o los aposentos privados del shōgun. Así, esta historia alternativa comienza con Mizuno Yūnoshin, un joven de clase baja que es seleccionado para trabajar en los aposentos como paje de la octava shōgun de Edo, Yoshimune. De la mano de Mizuno nos adentramos en las nuevas reglas sociales de este matriarcado: por un lado, el Ōoku solamente está compuesto de hombres apuestos que sirven al palacio; y, por otro lado, los jóvenes son vendidos por sus familias para procurar hijos o, en su defecto, se prostituyen para mantener la natalidad. En su primer episodio – de una hora y veinte de duración – el anime subvierte los roles de género y pone a debate las formas de representación identitaria entre hombre y mujeres. Los hombres se convierten en meros procreadores donde su virilidad se pone en entredicho constantemente para complacer las necesidades de las mujeres: tanto en la satisfacción sexual como en darles hijos para mantener las generaciones familiares intactas. Los hombres apuestos del Ōoku pasan a ser las concubinas de la shōgun para procurar herederos de las dinastías. Así como también se aprecian las relaciones homosexuales que se produce en entre los hombres de los aposentos; muchas de ellas de una naturaleza de violencia sexual. Esta inversión de roles resulta chocante de entrada, pero que, sobre todo, nos hace cuestionarnos los porqués de la normalización de estas situaciones sobre las mujeres en cuestiones como la sumisión de sus cuerpos, las agresiones sexuales o la servidumbre. En este sentido, The Inner Chambers es el perfecto contrapunto de The Apothecary Diaries (2023), que también reflexiona acerca de la posición de la mujer desde el punto de vista histórico de las concubinas y las cortesanas.

La primera líder del shōgunato de la dinastía Tokugawa ante su corte masculina en el Ōoku

En este sentido, el final del primer episodio resulta revelador. Yoshimune comienza a cuestionarse la gestión del Ōoku y del sistema aún conservador y patriarcal que rige la esfera sociopolítica, a pesar de que las mujeres han administrado y sustentado el país, tanto desde el shōgunato como desde la población civil desde hace más de un siglo. Así, en el resto de episodios, se realiza un salto temporal que, a modo de retrospectiva, enseña los inicios de la crisis de la enfermedad pasando por las circunstancias políticas, económicas y sociales que llevan al sistema de cambios actual en el Ōoku y, en consecuencia, en la estructura de la nación. En definitiva, el cómo se gesta el supuesto sistema matriarcal en este Japón alternativo bajo el mandato de la primera shōgun.

Otra vez, nos adentramos en los aposentos privados desde la mirada de Arikoto Madenokoji, un joven budista que es reclamado en el castillo como nuevo monje del templo de Edo. Sin embargo, debido a ser de familia noble, es uno de los elegidos para formar parte del harén de Chie, la hija del recién fallecido shōgun del clan Tokugawa. Por su parte, Chie debe sustituir a su padre como el líder Iemitsu, ya que es la única heredera de la familia. Ésta debe vestirse como un hombre y no salir de los aposentos privados, donde solamente unos pocos, entre ellos la Sra. Kasuga, saben la verdad de la situación de peligro que se encuentra la nación sin una descendencia de varones en los clanes familiares. Durante la serie, la trama gira en torno a la relación que se establece entre Arikoto y Chie y los conflictos sociales y los cambios legislativos que implican la sucesión de responsabilidades familiares a las herederas mujeres; en vez de a los hombres, ya que su esperanza de vida es limitada.

Una adolescente Chie muestra su crueldad hacia Arikoto, a quien acaban de asignar como concubino de la futura shōgun de Edo.

El futuro incierto de la población masculina suscita debates acerca de las jerarquías dentro de la política interna del shōgunato, así como debates acerca del mantenimiento del poder hegemónico masculino en todas las esferas de la sociedad. Así pues, se exploran la idea de feminidad y gobernabilidad en un cambio de perspectiva: la serie no valora si una mujer “puede” liderar, sino “cómo” lo hace. Es decir, es un intento de plantear un matriarcado real. Más allá de la inversión de roles de género, se habla de un mundo donde la riqueza está generada y repartida entre mujeres por generaciones. Mujeres con responsabilidad social, económica y política que encuentran la independencia con el objetivo de sostener el país. Así, las temáticas que se exploran son la representación de la mujer en la esfera pública, el control sobre su cuerpo y la introducción a la educación social y política más allá de la crianza, la servidumbre y la sexual. En este mundo ficticio, que no utópico, los estamentos sociales asociados a lo masculino se transforman. Un ejemplo significativo es cómo el código de los samuráis se pierde y/o se revaloriza en un mundo más diplomático y colaborativo. O, también es significativo la seguridad que muestra la bella shōgun Iemitsu al pasear sola en una ciudad donde solo se ven mujeres por la calle debido a que los hombres jóvenes se recluyen en las casas por miedo al contagio.

Asimismo, el intercambio de roles de género afecta a la estructura jerárquica y al uso del cuerpo de los hombres tratados como «objetos» donde el sexo toma una perspectiva más emocional que pasional. Cómo se explica en la serie, la institución del matrimonio colapsa y se convierte en un privilegio para ciertas mujeres, aunque despierta los recelos sociales del resto. Así, se reflejan las políticas de igualdad de Iemitsu entre las mujeres de clase baja y la clase alta. El distrito rojo se convierte en el epicentro de la prostitución masculina donde las mujeres ejercen su derecho a la maternidad y a la reproducción segura. De este modo, la necesidad sexual es diferente ya que la prostitución se convierte en un bien necesario para la sociedad: ellas pueden cumplir sus satisfacciones maternales y ellos pueden sustentar a sus familias; la gran mayoría de ellas envejecidas por la muerte de varones jóvenes. Esto último se convierte en uno de los elementos narrativos centrales de la serie. Igualmente, la relación entre sexo e identidad ser deriva en la serie hacia el terreno del melodrama romántico entre Arikoto y Chie en sus episodios centrales que difumina algunas de sus temáticas; las que se precipitan al llegar a su tramo final. Unos códigos, los de la tragedia sentimental, que atraviesan gran parte de la serie y que rematan el conjunto de drama histórico palaciego.

El anime tiene una estructura de tragedia sentimental y de melodrama como motor narrativo

Asimismo, a pesar de la gran calidad de la serie en cuanto a temáticas y debates, su final resulta un tanto abrupto y algo inconcluso. Tal vez sea por la incertidumbre acerca de su renovación para una segunda entrega, pero da la sensación de que el manga tiene mucho más que ofrecer que aquello sentimental, que es lo que se centran en gran medida en el anime. Sobre todo, porque la obra original cubre la sucesión ficticia del shōgunato hasta el mandato de la octava líder del clan, Yoshimune. También hubiera sido adecuado que se alejaran más del palacio para focalizarse en los efectos reales en la población femenina, en su adaptabilidad y en su mirada en este mundo ficticio. La serie esbozar algunas cuestiones problemáticas acerca de la desigualdad entre hombres y mujeres en este nuevo sistema matriarcal que podrían ser interesante explorar.

La esencia de este anime es la emulación de las grandes tragedias japonesas mezclado con una reflexión sobre los fundamentos de la historia del Japón feudal. Más allá de alguna que otra secuencia de violencia sexual innecesaria, este es una anime crudo, explícito y visceral en su discurso. Ōoku: The Inner Chambers es un anime que explora diferentes facetas de la historia de Japón que bien se podrían extrapolar a cualquier lugar del mundo. Una ucronía con temáticas fascinantes como la exploración de identidades de género, y, sobre todo, el planteamiento de una sociedad desde otro punto de vista que, aunque sea ficticio, es diferente y necesario.

 

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